Que las cosas están patas arriba en el país nadie lo duda. Por ejemplo, algunos audios manejados con bulla ensordecedora, tienen más importancia que los informes elaborados por la Contraloría General de la República. Para muestra un botón. El domingo último, casi al alimón y por coincidencia horaria, en el programa político Cuarto Poder de Canal 4 se daba cuenta de esas escuchas grabadas de manera clandestina y en El Perro del Hortelano de Canal 11, su director César Hildebrandt, aludía, por enésima vez, al informe de la CG que determina que hay mérito a denuncia penal contra Lan ministra de Transportes Verónica Zavala por el depósito de ¡US$ 5 millones de dólares en un banco que luego quebró! Que se sepa ninguno de los “consagrados” por la fábrica mediática que impera en la nación, ha tocado este tema que sí es gravísimo y millonario.
La pregunta es pertinente, directa, inequívoca, descarada: ¿cuántas clases de corrupción hay en Perú? ¿la que se toca en un programa es más importante que la que se enuncia en otro? ¿O sea que las escuchas subrepticias, las prácticas soterradas, se han instalado como rutinas aceptadas por la sociedad silenciosa y por eso los informes que la CG emite son basura para llenar papeles y con el objeto que burócratas cumplan con sus regímenes laborales? ¿cómo puede la sociedad desmemoriada quejarse que las instituciones oficiales no funcionan si nadie recuerda la validez de lo que producen? La sociedad ineficiente simple y llanamente da paso a las espectacularidades que no explican ¿por causa de qué se esperó tanto tiempo para un asunto tan conocido en la administración pública y que el pueblo llama “coimisiones”?
Fuente:
http://www.voltairenet.org/article158249.html
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